Por un país andino, a más de 2.500 metros de altitud, por donde pasa la línea del Ecuador, a los pies de sus volcanes

¿A quién no le gustaría viajar alguna vez justo a la línea del ecuador? Pues es posible. Hay una pequeña ciudad que se denomina Mitad del Mundo, ubicada justo en la línea ecuatorial imaginaria que separa la tierra en dos mitades iguales: el Hemisferio Sur y el Hemisferio Norte, en la latitud 0º0’0’, a más de 2.500 metros de altura. Se encuentra ubicada a 13,5 Km. de Quito, es la ciudad turística, cultural, científica y comercial más pequeña de Ecuador y tiene un museo etnográfico, un planetario, un insectarium, una reproducción a escala de la parte más antigua de Quito y tres pabellones de España, Francia y del Sol. En la visita a esta pequeña ciudad no puede faltar la típica foto con un pie/una rueda en cada Hemisferio.
 

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Cómo llegar
Pero comencemos el viaje por el principio. Primero hay que llegar a Quito desde España. Como el viaje dura más de 12 horas, lo mejor es coger un billete con escala, parando en Florida, por ejemplo. En cuanto al alojamiento, en Quito hay hoteles de todas las categorías y una buena parte de ellos con acceso para personas con movilidad reducida. Para nosotros una buena opción en este viaje fue alquilar un pequeño apartamento en planta baja en Quito cerca del centro, que encontramos por internet, y cumplió nuestras expectativas. 

Este pequeño país se puede decir que lo tiene casi todo. Desde las altas cumbres a las cálidas playas del Pacífico; del altiplano a la selva; de las grandes ciudades a los más remotos lugares. Lo mejor es hacer centro en Quito, una ciudad que no tiene muchos problemas para recorrerla en silla de ruedas.

Para moverse por la ciudad se puede usar el trole, una especie de metro de superficie que construyó una empresa española. Una vez pagado el billete, accedemos al interior a través de una plataforma plegada que desciende como un puente levadizo.

Pasear por sus calles y plazas es un verdadero placer, tanto para la vista como para el oído. La arquitectura, heredada de la época colonial, la ropa multicolor y la música llenan el ambiente de cultura andina. Vendedores ambulantes que se colocan en cada esquina, músicos que requieren nuestra atención, limpiazapatos, transportistas… todos dispuestos a conseguir unos centavos con los que ayudar a su economía familiar.

En nuestro recorrido por Quito destacamos la plaza Grande o de la Independencia, en cuyo centro se encuentra el monumento a los héroes del 10 de agosto de 1809; rodeado por la catedral, el Palacio Presidencial, el Palacio Arzobispal y el Palacio Municipal.

Otra es la Plaza de Santo Domingo, con la sede de los dominicos desde la época de la colonización. La plaza de San Francisco, con la iglesia y el convento de San Francisco. Un sitio que no nos podemos perder es la majestuosa basílica del Voto Nacional, construida en el siglo XIX.

 Pasear por los parques, es otro de los atractivos de esta ciudad. El parque Itchimbía es el primer parque accesible de América Latina. Cuenta con servicios adaptados y es el de mayor afluencia en Quito. El más grande es el de La Carolina, con zonas deportivas, infantiles, bulevares, lagunas y varios senderos accesibles. Otro es el Parque El Ejido, con numerosas plantas autóctonas de la zona y donde ver los partidos de ecuavoley.

El Metropolitano, otro de los pulmones de la ciudad donde observar la nidificación de más de 60 especies de aves, entre ellos, los colibríes, también dispone de bancos y mesas donde comer.
Excursiones
Ecuador es un país muy rico en espacios naturales. Una vez en Quito es muy aconsejable realizar algunas excursiones. Hacia el norte podemos ir, a 110 km, hasta Otavalo, localidad en la que podemos visitar el mayor mercado indígena de Sudamérica. En él podremos hallar cualquier objeto de artesanía para traer de recuerdo a España y, desde luego, con solo pasear por entre la multitud de puestos ambulantes descubriremos las costumbres ancestrales y la destreza en la ejecución de sus trabajos. Además, podremos ver a los vendedores vestidos con sus ropas y típicos mientras elaboran sus productos.

En las proximidades está uno de los muchos volcanes del Ecuador: el Imbabura. Al contemplarlo a sus pies no parece tener cerca de cinco mil metros, pero hay que entender que la altiplanicie está a más de dos mil quinientos.

A sus pies está el lago de San Pablo, que recoge las aguas directamente desde el volcán. Junto a él hay una villa turística con cabañas, algunas accesibles, que son un sitio paradisiaco para pasar unos días de descanso.
Un poco hacia el oeste, hay otra zona de inmensa belleza: Cotocachi, una población ubicada en las estribaciones del volcán nevado Cotocachi con la impresionante laguna de Coicocha, formada en su día en el interior de un volcán.

A unos 15 minutos está San Miguel de Ibarra, conocida como la ‘Ciudad blanca’ por las fachadas de sus casas y visitada por ser zona de descanso y de turismo cultural e histórico. También nos podemos acercar hasta Cayambe para divisar el volcán del mismo nombre, la tercera montaña más alta del Ecuador, con 5.790 metros, que por sus helados paisajes y ubicación se ha convertido en un destino popular de montañeros. De vuelta a Quito podemos dirigirnos hacia el oeste y observar el volcán Pululahua, otra belleza natural de este país andino.

Desde Quito en dirección sur, otro lugar recomendable para su visita es Baños de Agua Santa, cerca de Ambato, a unas tres horas en coche. Una ciudad que en 2009 recibió el Premio Reina Sofía de Accesibilidad Universal de Municipios, por haber introducido la accesibilidad universal en el modelo productivo de la ciudad, basado en el turismo de naturaleza. Nuevamente un volcán preside la zona, el Tungurahua, volcán en activo y que da a la zona un olor a azufre constante en el ambiente. Aquí no podemos dejar de visitar el Parque Provincial de la Familia, con numerosos senderos accesibles y zonas multiaventura para aquellos amantes de los deportes extremos y naturaleza salvaje, con cascadas, ríos caudalosos y a la puerta de la selva amazónica. De vuelta hacia Quito pasamos por el Parque Nacional Cotopaxi, donde se encuentra uno de los volcanes más famosos de Ecuador. Aquí hay una zona recreativa con una laguna en forma elíptica que en el centro tiene un pequeño peñón al que se accede por un moderno puente que podremos pasar con un poco de ayuda, y donde encontraremos senderos, zonas de juego, restaurantes y más servicios. El volcán cotopaxi también se puede ver desde distintos puntos de Quito, aunque algo alejado.

La excursión que no podemos olvidar si viajamos a Ecuador es adentrarnos en la selva amazónica. Para ello os recomendamos viajar hasta Napo y hospedaros en el complejo Huasquila Amazon Lodge, el destino más accesible de la amazonia ecuatorial. Es un complejo de 13 cabañas, 7 adaptadas, en plena selva donde los Andes terminan y comienza la amazonia. Para adentrarnos en la selva tienen una especie de silla todoterreno con la que recorrer un sendero en plena selva entre frondosa vegetación y cascadas. Como se ve en la foto, las sillas necesitan que alguien nos ayude a ir en ellas, por lo que en el complejo también tienen gente para “portar” la silla. Desde luego, si nosotros tenemos alguna handbike es conveniente llevarla. Otra interesante actividad que podemos hacer aquí en silla de ruedas es rafting en el río Anzu, pues trabajan con un operador de rafting capacitado en salidas accesibles. También recomendamos visitar un centro de rescate llamado "el arca" y una comunidad kichwa donde podemos conocer la cultura típica de la zona.

Para ver disponibilidad de fechas, precios o reservar en Huasquila Amazon Logde AQUÍ

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