Cura del Renacimiento, lugar emblemático para el arte
Florencia (Italia)
Italia es todo monumentos, historia viva en cada una de sus calles. Pasear junto a edificios cargados de arte, de leyendas, de luchas y hermandades es, indudablemente, algo que nos hará disfrutar de sus ciudades, entre las que destaca Florencia, la ciudad museo, cuna del renacimiento italiano.
La mejor forma de viajar allí es ir en avión hasta Roma y allí coger un tren rápido hasta Florencia. Son trenes en los que para subir tiene una especie de plataforma en las estaciones que nos permiten acceder a los trenes por nuestros propios medios. Lo bueno de este tipo de transporte es que conecta el aeropuerto de Roma con las principales ciudades italianas.
Muy cerca de la estación, ubicada junto al casco histórico, encontramos numerosos hoteles donde alojarnos. Y desde allí, y dado que es una ciudad bastante llana, podremos movernos con facilidad por sus históricas calles y plazas. Nosotros elegimos el hotel Corona D'Italia, un hotel con acceso para personas con movilidad reducida situado en el centro de Florencia, muy cerca de la estación de santa María Novella y del Palacio de Congresos. Ocupa un edificio del siglo XIX, sus habitaciones son muy amplias, se encuentra a 600 metros de la catedral de Florencia y en la calle adyacente hay un mercadillo semanal donde podemos hacer compras interesantes. Una vez en Florencia nos debemos dedicar a pasear y pasear por sus calles y puentes, porque esta ciudad italiana es un vivo museo al aire libre que no deja indiferente a nadie.
La majestuosa catedral de santa María de las Flores es una obra maestra del arte gótico y del Renacimiento italiano. Su inconfundible cúpula, su torre del campanario, sus fachadas recubiertas con mármol de colores o sus puertas de bronce, serán imágenes que se quedarán en nuestras retinas. Todo ello lo podremos ver desde la plaza del Duomo, centro neurálgico de la ciudad.
La plaza de la Señoría es el centro del poder civil de la capital, donde se encuentra al Palacio Viejo con su famosa torre de casi cien metros. En ella podremos ver diversas estatuas que por sí merecen la pena el viaje.
Desde allí nos dirigiremos a ver el puente más conocido de Florencia, el Ponte Vecchio, sobre el río Arno. Es un puente habitado flanqueado por numerosas tiendas, por lo que es inevitable visitarlo y recrearse en la visita de las mismas.
Desde otros puentes que cruzan el río hay unas vistas especialmente bellas de la ciudad y de este puente habitado.
La iglesia de la santa Cruz, la de santa María Nueva, la de la Trinidad, la de san Marcos... o los palacios de Antinori, Pitti, Medicci-Ricardi, la Loggia, los puentes sobre el Arno... hacen de Florencia una ciudad que deja huella.
Las mejores vistas panorámicas están en la plaza de Miguel Ángel desde donde se contemplan los principales y más altos edificios renacentistas de la ciudad, así como todos los edificios históricos, sus puentes y su río.
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